Perpetua a Díaz Bessone y José Lofiego
Una multitudinaria congregación de jóvenes universitarios, agrupaciones de Derechos Humanos y en un marco de pacífica manifestación se dieron cita frente a las sedes de los tribunales federales para aguardar la sentencia. Estuvieron presentes víctimas, querellantes, como así también el presidente del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, Agustín Rossi quien manifestó estar conforme respecto de las dos primeras sentencias”, correspondientes a Ramón Díaz Bessone y José Lofiego, condenados a prisión perpetua. “Sobre las otras sentencias tenemos una mirada distinta”, subrayó. “Hoy tenemos una sensación mayor de justicia, es un día que hemos esperado muchos”. Agradeció también el aporte y valentía de los testigos que han debido revivir momentos terribles y que gracias a sus testimonios hoy se pudo llevar adelante esta causa.
En tanto, el acusado Mario Marcote fue condenado a 25 años de prisión, Ramón Vergara a 12 años y José Scortecchini a diez años. A su vez, el civil Ricardo Chomicky fue absuelto.
Esta última medida generó la desaprobación de los presentes en el juicio, quienes reaccionaron con gritos e insultos. Mientras tanto en la calle un grupo cantaba contra Chomicki, una madre de víctima desaparecida, Herminia Severini reflejaba su mirada cansada y molesta, no comprendía la diferencia aplicada entre los acusados de los mismos crímenes. Sentimientos encontrados en un mediodía otoñal que dejaba caer sus hojas como acariciando una jornada histórica para que estos hechos no ocurran nunca más.
Cabe recordar que este proceso contra seis represores lleva más de dos años y en él participaron cerca de 150 testigos, la mayoría de ellos sobrevivientes del terrorismo de Estado en la conocida como "megacausaFeced", ahora denominada "Díaz Bessone". Fueron investigados cerca de 91 crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención que funcionó en el Servicio de Informaciones (SI) de la ex Jefatura de Policía de Rosario, se calcula que por él pasaron unas 2000 víctimas. Se trató de una jornada emblemática e histórica para los rosarinos y para quienes bregan por justicia.
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